Existe un lugar

Existe un lugar
entre el cielo y la tierra,
entre el valle y las montañas
oculto tras un portal cristalino
que aparece de pronto
cuando la magia
se hace presente.


Allí vive un ser especial,
libre, salvaje
con alma de peregrina
y sonrisa clara.

Tiene un sueño,
un deseo...
Cuando amanece
sale a ver si ya es real.

Es un lugar olvidado
en el tiempo,
escondido entre las sombras,
donde se desplazan
los rayos de la luna.

En una visión él la descubrirá
pero tendrá que atravesar
un laberinto encantado,
un bosque de inquietos duendes
y tal vez hasta romper
algún embrujo.

Todo está allí
perdido en las profundidades,
aguardando silenciosamente
la llegada de un héroe montado
en un bríoso córcel.

Te extraño



Te extraño... cada día que pasa
porque aún te quiero,
porque sigues siendo parte de mí.

Te extraño... de nuestra historia
vienen a mi mente sólo buenos recuerdos,
esas tardes amándonos
con el ruido del mar como testigo.

Te extraño... ya no quiero más esta soledad,
ojalá supieras que todavía te amo
pero también creo que esto no te importa
porque si fuera así no te hubieras ido.

Alma sin corazón



En las orillas del incontrolable mar
mirando hacia el horizonte,
está mi alma solitaria...
Todavía esperanzada por tu regreso
aunque ya hayan pasado
demasiadas primaveras.
Fue una noche oscura y tenebrosa
la que me llevó
a tu impredecible mundo
y no me importó nada,
sólo quería conquistar
tu corazón viajero.
Pero mi amor sincero
no te alcanzó,
necesitabas seguir
desafiando batallas,
aventuras en lugares desconocidos.


Un día de lluvia


Un día de lluvia
apareciste amor,
sabía que no te quedarías
pero no pude evitar quererte.
Y con rabia me reprocho:
¡debí ser fuerte
y no dejarme llevar!
Tu cariño fugaz
sólo dejaría
malos recuerdos.
Y hoy que llueve
¡Como no pensarte!
¡Como no extrañarte!
Mi alma está
quebrada aún.
Fuiste rebelde,
inconquistable.
No fue mi culpa
hice bien en rendirme.
Un día de lluvia
apareciste amor...

No quiero decirte adiós


Lloro abrazada a ti
la última vez que estaremos juntos,
el tiempo no se detiene
y tengo nostalgia;
también rabia
y me pregunto:
¿Por qué ahora te vas?
Justo que ya empezaba a amarte,
justo cuando sé
que serás inolvidable.
No quiero decirte adiós
sin antes demostrarte
lo que significas para mí.
Quiero que recuerdes
este último beso,
un beso sincero
y dime si te hace falta.
Pero dilo con la mirada,
dicen que los ojos son
los espejos del alma.
Si no te hago falta
me iré en silencio,
sin reproches.
De pronto tu mano
me detuvo
y aún hoy somos uno
gritando al viento
nuestro amor.

Espero, sólo espero...

Espero, sólo espero...
Silencio, sólo silencio...
Nada, nada.
El corazón a mil por hora:
tocas a mi puerta,
tus cálidos besos
humedecen mis labios
y un “te amo”
que se te escapa
me deja muda.
Luego caminamos
tomados de la mano
sin rumbo,
ahora el sorprendido
y mudo eres tú;
pero agregas que
sospechabas la respuesta.
Mis sentimientos a flor de piel
me delataron y ser correspondida
una bendición.
Dos almas gemelas
orgullosas de su amor.

Miradas, verdad, horas

Nuestras miradas en el recuerdo,
la verdad sobre la mesa
y las horas en soledad.

Mientras lloro
quemo fotos y cartas
para olvidar.

¿Cómo sigo así?
Mi sueño de amor
se desvaneció
y no volverás.

Nuestras miradas en el recuerdo,
la verdad sobre la mesa
y las horas en soledad.